viernes, 17 de diciembre de 2010

El muelle de San Blas.


Ella despidió a su amor
el partió en un barco
en el muelle de San Blas.

El juró que volvería
y empapada en llanto 
ella juró que esperaría.

Miles de lunas pasaron
y ella siempre estaba en el muelle
esperando.

Muchas tardes se anidaron
se anidaron en su pelo
y en sus labios.

Llevaba el mismo vestido
y por si él volviera
no se fuera a equivocar.

Los cangrejos le mordían
su ropaje su tristeza
y su ilusión.

Y el tiempo se escurrió
y sus ojos se le llenaron
de amaneceres.

Y del mar se enamoró
y su cuerpo se enraizó
en el muelle.

Sola... Sola en el olvido
Sola... Sola con su espíritu
Sola... Sola con su amor, el mar
Sola... en el muelle de san Blás.

Su cabello se blanqueó
pero ningún barco
a su amor le devolvía.

Y en el pueblo le decían
le decían la loca
del muelle de san Blás.

Una tarde de abril
la intentaron trasladar
al manicomio.

Nadie la pudo arrancar
y del mar nunca jamás
la separaron.

Sola... Sola en el olvido
Sola... Sola con su espíritu
Sola... Sola con su amor, el mar
Sola... en el muelle de san Blas.

Oooh...

Sola... Sola en el olvido
Sola... Sola con su espíritu
Sola... Sola con el sol y el mar
Sola... Ooh Sola...

Sola en el olvido
Sola... Sola con su espíritu
Sola... Sola con su amor el mar
Sola... en el muelle de san Blás.

Ooooh...
Eeeeh...

Se quedó, se quedó
sola, sola.

Se quedó, se quedó
con el sol y el mar.

Se quedó ahí
se quedó hasta el fin.

Se quedó ahí.

Se quedó
En el muelle de san blás

Ooooh....

Sola, Sola
se quedó
sola sola.

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